Robalizas de desayuno

Madrugamos para poder coger por lo menos una hora de noche así que a las 6:30 ya estabamos lanzando. Al primer lance ya noto picada y pienso... se acabó al racha, pero tira de forma diferente. Después de una buena lucha sacó un buen mujel robado por la cola. Cambió de postura y veo a mi padre acercandose a Mariano y después de un rato lo veo con la luz encendida, debe de tener una lubina así que al poco tiempo me acerco a ellos. Tenía una buena lubina la más grande de la jornada, me vuelvo a la postura de antes pero no noto picada así que me voy acercando poco a poco a Mariano, cuando estaba a su altura me pica una, parece buena. Tiró cara la derecha así que me voy con ella y con cuidado la saco. Era bonita la segunda más grande. La desengancho y voy poco a poco cara Mariano y otra vez cuando me estoy acercando a él clavo otra esta ya no era tan buena pero luchó lo suyo, me picó en el escalón de la playa.

Empieza a habrir el día y nos encontramos a Miguel y como casi siempre llevaba una bonita robaliza en la bolsa. Nos ponemos a charlar Mariano y yo con él, mientra clava otra mi padre ya con el día abierto, que fue la más pequeña de la jornada.
 

Moraleja: Si te acercas a Mariano lubina segura.

(Lubinas de mi padre y mias)

(Lubina de Miguel)